El Ayuntamiento de Totana va a poner en marcha en las próximas semanas diferentes medidas de regulación del tráfico rodado que pretenden dar solución en parte a este problema y facilitar el aparcamiento en distintas zonas del casco urbano y barrios periféricos, como son San José, San Francisco y urbanización "El Parral", según informa el edil de Tráfico y Seguridad Ciudadana, Agustín Gonzalo Martínez.
Las medidas se implantarán de forma progresiva siguiendo criterios técnicos en diferentes vías del centro de la ciudad y calles principales de salida y entrada de vehículos a estos barrios con el fin de desatascar varios puntos negros y mejorar la circulación de vehículos y peatones, en general.
Las acciones sobre el tráfico, algunas de las cuales se han puesto en marcha ya en los últimos días, afectan a la Cañada Zamora y con éstas se persiguen desatascar el acceso al barrio San José dando fluidez al tráfico con la entrada y salida de vehículos y ganando en seguridad.
Además, se contempla el cambio de sentido del tráfico en la calle Sol y Cánovas del Castillo, de forma que éste será en dirección contraria al existente en la actualidad, siendo después desde la plaza de la Constitución en dirección a la avenida de Lorca.
También se contempla la regulación en un tramo muy conflictivo para el tráfico y la seguridad vial en la avenida Santa Eulalia (4) o Juan XXIII (2) con la variación de las plazas de aparcamiento existentes y ampliación del vial para el paso de vehículos.
De igual modo, se desarrollarán otras actuaciones integrales en los barrios de San Francisco-Urbanización "El Parral" y Tirol-Camilleri dando direcciones únicas para ganar más plazas de aparcamiento y en seguridad, así como dando solución a un grave problema que se arrastra en la calle Santomera y aledañas (calles Virgen de Begoña, Virgen de Montserrat, etcetera).
Las actuaciones se enmarcan dentro de un plan ambicioso para mejorar la calidad de los accesos al casco urbano, y más concretamente al espacio que circunda el centro histórico de la ciudad, compatibilizando los usos de vehículos con la accesibilidad de peatones, bicicletas y ciclomotores.
Con éstas se pretende hacer más llevadera y agradable la circulación rodada, reducir la huella del carbono y ganar en accesibilidad con aceras más anchas y calles peatonales, según indica la misma fuente.
Asimismo, se aboga por favorecer y potenciar el comercio de proximidad y la hostelería en el centro urbano y en los barrios periféricos.